Día internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Desde el colegio nos hemos querido unir a esta causa y concienciar a nuestro alumnado para acabar con un grave problema en nuestra sociedad.
Se han realizado diferentes actividades junto a nuestras clases hermanadas a partir del cuento “Rosa Caramelo” de Adela Turín.
Las puertas de las aulas se han teñido de color violeta y hemos cantado en conjunto la canción “La puerta violeta” de Rozalén.
El viernes 25 nos reunimos en el patio para expresar nuestro rechazo a este tipo de violencia. Estas son las palabras que escuchamos y el vídeo que muestra lo trabajado.
Hablar de violencia de género es hablar de violación de los derechos humanos, de poner en riesgo la vida de las mujeres. Hablar de números nos pone enfrente del problema, pero debemos ir más allá, ver qué hay detrás de estas muertes y agresiones, y solo cabe una respuesta: la ignorancia; por lo que solo desde una educación en valores podemos luchar contra este mal que nos perjudica como sociedad.
No consiste en crear una lucha de sexos, este no es el tema, tenemos que educar y ser conscientes de que hombres y mujeres, niños y niñas debemos respetarnos y respetar los deseos de cada uno, tan simple como eso; nuestros padres, hermanos, amigos nos pueden ayudar para que no nos sintamos acosadas o tengamos miedo a salir a determinadas horas y de determinada manera de vestir, que no exista una justificación para el acoso y el maltrato que acecha nuestras vidas.
Recientemente hemos sido testigo de la presentación en sociedad de la pareja de un cantante como si de un coche se tratara. No se trata de demonizar al personaje, lo preocupante es el hecho en sí, sorprende la normalización de este trato a la mujer como si de una cosa se tratara. Mientras sigamos cosificando a las mujeres demostraremos estar faltos de educación en igualdad. Estas manifestaciones que hoy hacemos, estas actividades llevadas a cabo durante estas últimas semanas, lamentablemente, siguen siendo necesarias.
Ojalá este día 25 de noviembre, día contra la violencia de género, no tuviéramos que manifestarnos, ni reunirnos, ni llevar estos lazos que simbolizan el rechazo a la violencia, pero desgraciadamente seguimos viviendo situaciones de discriminación, por sexo, orientación sexual, raza, religión y cada día vemos como en algún lugar del mundo se cometen actos contrarios a los derechos fundamentales.
En Irán las mujeres valen la mitad que un hombre, tal cual. El pasado 16 de septiembre el mundo tembló por la muerte de Mahsa Amini y un gesto tan simple como cortarse un mechón de pelo se convirtió en símbolo de la solidaridad con las mujeres que protestan contra el gobierno iraní. Así mismo, jugadores del equipo de Irán se negaron a cantar su himno como protesta en un mundial de fútbol que simboliza la vergüenza, la corrupción y el cómo se anteponen los intereses económicos de unos pocos a los derechos fundamentales humanos… y esto nos demuestra que queda un largo camino, que juntos debemos recorrer, para acabar con actos que nos denigran como mujeres, como personas.
Quizá dejemos de manifestarnos algún día, y ese día se lo dedicaremos a nuestras madres, abuelas, a todas ellas que cómo pudieron lucharon.
